Como comunicadora animal, se lo importante que es para los animales ser comprendidos, la necesidad que tienen como cualquier ser de expresar su sentir, sus inquietudes. Como entre nosotros los humanos, la escucha, la comunicación, resulta liberadora y sanadora. Y muchas veces, cuando comunicas con un animal, tras ese intercambio, su situación, en el caso de existir algún desequilibrio, mejora por el simple hecho de intercambiar, ser escuchado, entendido, de aportar tu tiempo y presencia para él.
En ocasiones me piden que “ordene” a su perro o gato deje de hacer alguna conducta incomoda o desagradable para su responsable. La comunicación no funciona así, y hago hincapié de esto en mis talleres; “vamos a comunicar con los animales por su bienestar y de lo que se trata es de averiguar porque el animal se comporta de esta u otra manera, para entender que desencadeno esta situación y desde ese punto intentar encontrar una solución y llegar a algún acuerdo”. Y sucede la magia…no es que yo tenga una varita mágica o haya ordenado al animal que deje de… es que en el momento que el animal es escuchado, transmitimos su sentir y necesidad a su cuidador, este lo comprende y/o ponemos remedio para cambiar el hecho que desequilibraba su convivencia, cambia, todo cambia…
Por otro lado, cada vez es más conocido el hecho de que los animales enferman o somatizan nuestros “asuntos pendientes” y por ello a menudo me preguntan si los animales lo hacen voluntariamente para “librarnos del mal”. Pero no, no es exactamente así…si es cierto que son como esponjas de su entorno y absorben la energía de su compañero humano si este tiene un conflicto interno no resuelto que puede llevarle a el mismo a somatizar ulceras en el estómago, por ejemplo. Entoces es muy probable que lo somatice el animal o ambos, es bastante común. Veamos este símil para entenderlo mejor: fumador (adulto responsable) y fumador pasivo (animal o niño); el fumador pasivo puede morir de un cáncer de pulmón y el fumador no….
Los animales son nuestro reflejo y observándolos a ellos, estando atento a las señales, mensajes o síntomas que manifiestan, puedes ver cosas de ti mismo. Quizás de ahí el dicho de que los animales se parecen mucho a sus dueños….
Beatriz Alonso. Terapeuta y Comunicadora Animal