La procesionaria, esa oruga que tanto nos preocupa a los que tenemos animales y vamos a pasearlos por el campo. Vive en lugares donde hay pinos, abetos,…y durante los meses febrero hasta abril, se bajan de los árboles y en procesión van a buscar un sitio en la tierra refugiarse, donde luego en verano salen en forma de polillitas.
Son muy llamativas, tienen colores y pelitos que pueden atraer nuestros animales; gatos, perros,… en este momento, la oruga para defenderse suelta unos pelitos cargados de toxinas. Estas toxinas son muy urticantes y si llegan a las mucosas porque nuestro animal se las esparce de forma accidental con la intención de quitárselas, las mucosas empiezan a irritarse con sensación de quemazón, expandiéndose aún más por ojos, lengua o nariz y patas, empeorando muchas veces la situación.
Esto es una urgencia veterinaria. Y lo primero que hay que hacer es lavar las zonas con agua y jabón abundante para que el jabón arrastre estos pelitos (patas, cara,….) . Pero aun tenemos que anular la toxina de las zonas de mucosa; en lengua, nariz, ojos. Y aquí nuestro aliado es el bicarbonato. Aplicamos el bicarbonato en una esponja mojada y la echamos por la cara y lengua, en abundancia, sin miedo, dejando que caiga toda el agua en el arrastre. Cada media hora lavados de la lengua.
Esta toxina es peligrosa, produce una muerte celular, lo que significa que va enrojeciendo la lengua, hasta volverla azulada, cada vez más, muriendo el trozo de lengua o casi toda ella.
Os aconsejo llevar un botiquín con todo esto para esta época del año (esponja, agua abundante, una botellita pequeña de jabón espumoso y bicarbonato).
Beatriz Alonso Blanco. Terapeuta y Comunicadora Animal.