Entendiendo a PIPO

«Como educadora canina, me doy cuenta de lo importante de la comunicación, que es; que me refleja la “personalidad” de cada individuo, en este caso mi perro Pipo. Es importante para mí, me produce tranquilidad conocer su forma de ser, así, puedo adecuar mis actuaciones y pueden ir más acorde al individuo que él es en realidad. Es importante saber a quien tengo delante, no solo como perro, sino como SER, con su personalidad propia.

Que tu hayas podido comunicar con Pipo, me ayuda a conocerle mejor, saber que le preocupa y que necesita. Y me ayuda a regularme como persona, y saber qué puedo transformar de mi o que corrección debo hacer sobre mi misma, para acompañarle mejor. Alcanzar una común-unión con él y una conexión verdadera, con la certeza interna de que vamos en el mismo camino.

Como educadora puedo corregir acciones y actuaciones rápidamente, pero lo que yo realmente deseaba no era únicamente corregir las acciones, que dejen de suceder las inadecuadas y tener un perro educado allá donde voy y que se comporte y demás. Lo que realmente quiero, es un entendimiento real, en el que el animal y yo nos entendamos de verdad, ese “te veo”. Donde el animal pueda sentirse a gusto en el mundo, y que, aunque estamos en un mundo humano y necesitamos un comportamiento básico mínimo; que el animal sea también tenido en cuento, que no sea una imposición, si no un ENTENDIMIENTO y un acuerdo, donde nos respetemos y podamos complementarnos.  Así que genial, mil gracias Bea por la comunicación con Pipo y por mostrarnos este camino».

BLANCA.

Con la publicación de este testimonio, no se pretende desmerecer el trabajo del educador canino, al contrario, su labor es indispensable para la educación, guía y acompañamiento de los humanos que ha decidido tener un perro. Yo misma, en algunos de los casos que acuden a mí, veo la necesidad de esta disciplina y les facilito el contacto de algunos colaboradores para que les puedan asesorar.