La partida de GAIA

Le pedí a Bea una comunicación con Gaia, mi compañera perruna de 13 años. Una displasia muy avanzada la tenía ya postrada sin movimiento en las patas traseras. Supe que se acercaba el momento de nuestra despedida y quizá de tomar la decisión de ayudarla a partir, cuando la viera sufrir…pero me sentía incapaz.

A través de Bea, Gaia pudo comunicarme cómo se sentía y las necesidades que tenía, de esta forma pude entenderlo desde su perspectiva, y esto fue un verdadero regalo; había llegado a mi vida siendo un cachorro, por lo que me sentía muy unida a ella, en una relación de dependencia que yo sentía casi como madre-hija…
Sin embargo, tras la primera comunicación con Gaia, entendí que nuestro vínculo era mucho más profundo; de compañeras del alma. Y que detrás de sus ojos había una conciencia tremendamente sabia y amorosa que velaba por mi. Escuchar su mensaje de amor me emocionó mucho…porque me di cuenta de que el cuidado era mutuo, solo que en niveles de conciencia diferentes.
Gaia me comunicó que el momento de partir no le importaba, ella aceptaba y estaba lista, tan sólo esperaba a que lo estuviera yo.

ELISA